Escuchando hoy el programa de Radio
Escuchando como ella ha tenido conexión con alguno de sus animalitos o bien de sus clientes, recordé como percibía yo antes a los perritos y como los percibo ahora.
Deseo con mucho gusto contarles todo al mismo tiempo acerca de nuestros hijos de 4 patas, pero primero déjenme les cuento del principio.
Cuando yo era niña aún, en mi casa no teníamos mascotas. Siempre pense que a mi Mama no le gustaban. Ahora que ya tengo mi familia me doy cuenta más bien que si nosotros los hubiésemos batallado, muy diferente hubiera sido la historia. Mas bien ahora veo que ella no tenía ni la paciencia ni el tiempo para batallarlos.
Algo curioso que siempre me di cuenta es que a mi hermana siempre le han gustado las mascotas, mientras que a mí no tanto como a ella, que si por ella fuera durmieran sus perros en medio de su esposo y ella. jejeje
Que quede claro, no porque yo no tenga ese instinto tan desarrollado como otras personas no significa que permanecería Indiferente si yo miro que a un animalito le hacen daño se las verán conmigo de inmediato, jamás permitiré que alguien lastime a cualquier ser vivo en mi presencia.
No fue hasta que fuimos adolescentes que tuvimos la primera mascota llamado shadow. Shadow era un perrito sabueso muy noble y de pedigree. Ese perrito se lo regaló un amigo estadounidense a mi papa. Con shadow la que más disfruto fue mi hermana, pues ella era la que lo alimentaba y lo bañaba.
Bien recuerdo las tardes de verano en que mi papa llegaba de trabajar y shadow era el primero que lo recibía alegre brinco y brinco celebrando su llegada. Todavía por ahí tenemos unas fotos como recuerdo de ese bonito tiempo.
Así pasaron los años hasta que ya cada uno hizo su vida aparte. Mi hermana y mi hermano menor se quedaron en México mientras otro de mis hermanos nos vinimos a vivir a los Estados Unidos.
Fue acá en USA donde inicie mi viaje en el Desarrollo Personal. ¿Probablemente ustedes pensaran que tiene que ver la cola con las pestanas? Pues verán ustedes, pronto se darán cuenta de ese “por qué”
Fue en el año 2009 cuando llego a nuestras vidas una perrita pequeñita llamada La Chikis Dorada, más conocida en el mundo de las Divas perras como La Chikis. Nadie se le podía acercar a Héctor mi esposo porque nos quería comer vivos.
En ese mismo tiempo estaba yo trabajando en mi encuentro con mi real ser. Es por eso por lo que menciono esto, porque fue en ese tiempo en el que realmente no solo conocí a Dios, me conocí a mí misma, pero a los demás seres incluyendo a los animalitos y las plantas. Cuando La Chikis trascendió su viaje hacia el arcoíris, llore incluso cuando todos se iban a la escuela y al trabajo yo lloraba a grito tendido como niña.
Unos meses después llego Nemo a nuestras vidas, al principio no quería encariñarme mucho con él “para no sufrir” pero no fui yo quien tomó la decisión de una buena relación, sino el. Algo parecido paso con la Chispita, llego hace unos 3 años a nuestras vidas, en verdad nunca me di cuenta cuando dije que sí, que, si se podía quedar, simplemente llego para quedarse. Esa manera en cómo nos comunicamos más allá de las miradas entre su ser y mío, sin duda, es extraordinariamente fuera de serie.
Dicen por ahí que en algunas creencias religiosas que nosotros vinimos a vivir 108 vidas en la rueda del Samsara. Eso quiere decir que el en esas 108 vidas nosotros no solo hemos venido a vivir como humanos, pero en el reino animal, vegetal e Incluso mineral.
Lo que quiero decir con esto es que casi todos los humanos tenemos conexión, así que probablemente lo que pasa es en otra de nuestras vidas o ellos o nosotros fuimos de la misma especie es por eso por lo que nos identificamos.
¿¡Que tal!?
Y tu, has tenido alguna experiencia extraordinaria con alguna mascota? Me gustaria mucho conocer tu historia. Si asi lo deseas, puedes dejar tu comentario. Gracias!
MAR VARGAS
Autor & storyteller
Hermosa Experiencia compartida... 😍